Time to Magic
En la época del Super Happy Dev House, experimentar ese instante mágico cuando alguien usaba tu aplicación tras montar un servidor, apuntarle un DNS a ese servidor y compartir una URL era incomparable. Sin embargo, la realidad era dura por allá del 2010: curvas de aprendizaje empinadas, acceso limitado a cursos de calidad y conocimientos técnicos que no estaban tan democratizados como hoy. El camino desde la idea hasta ese momento de compartir tu creación erá largo y arduo.
Con el paso de los años fuimos agregando requerimientos a lo que considerábamos el mínimo viable para nuestros proyectos. La llegada del mundo mobile y la App Store de Apple nos obligó a pensar en tiempos de revisión. Los procesos de revisión de PRs, los requisitos técnicos específicos, sumados a la complejidad creciente de infraestructuras cloud con Kubernetes para que nuestra app fuera escalable y la presión por tener un modelo de negocio viable desde el principio, extendieron aún más la distancia entre la creación y ese momento mágico de compartir.
Los demos del Release before Ready (RbR) del sábado pasado, quince años después del DevHouse original, nos dejaron muy motivados. El domingo Lulo, Dfect y Siedrix estuvimos haciendo un post mortem del evento y una de las conclusiones más impresionantes fue que: estamos viviendo un momento único en la industria tech donde el Time to Magic —el tiempo desde que comienzas hasta que puedes compartir tu creación y ver a alguien usándola— se está reduciendo drásticamente. Esta métrica no es solo un número; representa la velocidad con la que podemos iterar, aprender y experimentar la satisfacción creativa.
El Time to Magic es un indicador que deberíamos priorizar conscientemente en nuestros procesos de desarrollo y en nuestra elección de herramientas. Todavía vamos a necesitar escalar y monetizar nuestras apps, pero hay que balancear estos procesos con el Time to Magic y cómo compartir lo que creamos con nuestros amigos y usuarios.
En el evento tuvimos muchos ejemplos de este increíble Time to Magic, especialmente en los demos. Revisemos algunos de estos casos inspiradores.
De cero a hero
Claudia llegó al evento con un objetivo claro: resolver un problema real y cotidiano que le afectaba directamente — mejorar cómo se reciben los paquetes en su edificio. Para el final del día, había creado una aplicación completa con base de datos que gestiona todo el ciclo, desde que un paquete llegaba al edificio hasta su entrega al destinatario final.
Lo más impresionante: esta aplicación no existía por la mañana. Usando Lovable, Claudia no solo implementó la funcionalidad básica, sino que logró desarrollar una vista de administración, otra para los residentes, e incluso integró reconocimiento OCR para registrar paquetes mediante fotografías. La barrera entre tener un problema y crear su solución tecnológica prácticamente desapareció.
Por su parte, Fabian creó un bot de Telegram usando Cursor y un enfoque de "vibe coding" que permitía subir un audio y clasificarlo automáticamente entre "mensajito chill" y "chisme noticioso". Lo fascinante fue ver cómo utilizó FFmpeg —una de las librerías más potentes pero notoriamente complejas del mercado— para fusionar audios de introducción y aplicar efectos de fade sin apenas fricción en el proceso.
Lo más revelador: al principio del hackathon, Fabian ni siquiera conocía Cursor. Para el final del evento, no solo dominaba la herramienta sino que estaba creando funcionalidades avanzadas de manera fluida y sin la frustración que normalmente acompaña estos procesos de aprendizaje.
Alejo nos dejó boquiabiertos con su demo de una aplicación que permite realizar transferencias a través del blockchain de Stellar. Lo que hizo este caso particularmente notable fue su contexto: Alejo compartió que durante meses había intentado contratar desarrolladores para implementar esta idea sin éxito. Frustrado por los obstáculos, decidió tomar el asunto en sus propias manos durante el evento y aprender a programarlo él mismo desde cero. En cuestión de horas, pasó de no tener conocimientos específicos sobre blockchain a completar una transacción funcional en la testnet de Stellar. Ver ese momento en el que la transacción se confirmó fue testimonio del dramático acortamiento del Time to Magic que estamos viviendo.
Alex Platas mostró su proyecto de movilidad con el interés de atacar la movilidad en CDMX, presentando una plataforma que integra magistralmente APIs públicas gubernamentales con servicios privados como Uber, Didi e InDrive. Su proyecto agrega opciones sobre los distintos costos de los viajes en cada proveedor para que los usuarios puedan comparar la mejor opción para ellos. Pueden revisar el proyecto aca.
Kari es maestra de computación y decidió empezar su carrera en software hace poquito, es su segunda experiencia en un hackathon y venía decidida a encontrar la forma de mezclar lo que está aprendiendo, la experiencia de la comunidad y los infinitos PDA (Procesos de Desarrollo de Aprendizajes) que exigen actualmente en las planeaciones de maestros, para desarrollar una plataforma que le ayude a ahorrar mucho tiempo para elaborar esas planeaciones. Con la ayuda de Juan (500) mostrandole v0.dev y Cursor, logró armar la primera parte de esta plataforma ya con ejemplos escalables al menos a nivel preescolar y con todas las ganas de continuar.
Estos demos fueron extraordinarios, pero hay algo aún más interesante: Claudia, Fabian, Alejo y Alex llevan mucho tiempo en el mundo tech. La diferencia es que en los últimos hackathons han estado explorando estas nuevas herramientas que actúan como multiplicadores de su conocimiento previo, permitiéndoles convertir rápidamente sus ideas en productos digitales funcionales y completos.
La magia se multiplica en equipo
Uno de los aspectos más inspiradores del evento fue ver cómo la colaboración entre participantes potenciaba exponencialmente el Time to Magic. Cuando las personas combinan sus conocimientos y experiencias, la velocidad de creación se dispara.
Julia y Alex unieron fuerzas para crear un bot de pensamiento crítico. Combinando el profundo conocimiento de Julia sobre metodologías de pensamiento crítico con las habilidades técnicas de Alex, lograron desarrollar un chatbot que, en lugar de simplemente proporcionar respuestas predefinidas, guía al usuario a través de un proceso de reflexión y razonamiento. Este enfoque refrescante ayuda a las personas a pensar por sí mismas en vez de ofrecerles respuestas cuyo origen desconocen, demostrando que podemos crear herramientas que no solo automatizan, sino que también potencian nuestras capacidades cognitivas.
María José y Erik lograron integrar lo aprendido en el evento de Dapta con lo que Erik había construido en el evento anterior, sumado a conversaciones previas que motivaron a María José a asistir al RbR. Juntos construyeron un bot que llama telefónicamente a adultos mayores, les consulta sobre sus signos vitales y les proporciona sugerencias personalizadas para mejorar su salud. Esta fusión de tecnología y propósito social demuestra cómo el acortamiento del Time to Magic no solo democratiza la creación, sino que permite abordar problemas significativos con mayor rapidez.
Las colaboraciones también funcionaron a mayor escala. Los equipos de Wallavi y Posible se unieron para crear un aplicación de Posible en una web app y chatbot en cuestión de horas. Este tipo de conversión, que tradicionalmente habría requerido semanas o meses de desarrollo, se completó en un solo día gracias a la sinergia entre los equipos. Estos equipos seguirán trabajando en la solución con el objetivo de convertirlo en un proyecto que llegue a impactar a muchos usuarios.
Estos ejemplos ilustran una verdad poderosa: cuando combinamos diferentes perspectivas, conocimientos y habilidades, y les damos acceso a herramientas que reducen drásticamente el Time to Magic, los límites de lo posible se expanden considerablemente. La colaboración no es solo más efectiva—es exponencialmente más mágica.
Meta-Magic: Construyendo herramientas para acelerar nuestra propia creación
Martin se dio cuenta que sus proyectos de chatbots tienen muchas tareas repetitivas para crearlos. En el evento creó un scaffolding para chatbots llamado RunKit que tiene como parte de sus beneficios "Zero to AI in seconds". Este proyecto es especialmente inspirador porque representa la meta-magia: no solo estamos creando productos, sino herramientas que nos permiten crear más rápido y mejor.
Lo más fascinante surgió durante las preguntas, cuando Martin explicó cómo logró identificar qué partes de sus proyectos son determinísticas (que siguen patrones predecibles y pueden convertirse en templates reutilizables) y cuáles requieren creatividad y personalización. Esta distinción es fundamental para automatizar lo repetitivo y enfocarnos en lo verdaderamente creativo. Pueden explorar este proyecto en https://github.com/holasoymalva/run-kit.
En esta misma línea de meta-herramientas, Davo creó un bot que revisa PRs, implementado como un script de Rust que utiliza las APIs de Anthropic para generar reviews directamente en la terminal. Su demo rozó lo cómico: primero mostró la funcionalidad básica revisando su propio PR inicial, pero lo que realmente capturó la atención de todos ocurrió después. Al terminar lo que tenía planeado, Davo conversaba con otros asistentes que le sugirieron hacer que los PRs fueran revisados "al estilo Linus Torvalds".
En cuestión de minutos, implementó esta idea para el segundo PR, logrando que una herramienta técnica se transformara en algo hilarantemente memorable. El PR review con el tono característicamente brutal pero brillante de Linus resultó mágico y extremadamente divertido, a pesar de que ese estilo sería demoledor en un contexto real. Este es un ejemplo perfecto de cómo una idea surgida de una conversación casual puede materializarse inmediatamente, demostrando el poder del reducido Time to Magic actual. Pueden explorar el PR y todo el proyecto en https://github.com/davoclavo/rubber/pull/2.
Espero que tengamos muchos proyectos similares en los próximos eventos, donde nos creemos herramientas para hacer nuestro trabajo más fácil y rápido cada día para no depender solo de herramientas creadas por startups como Lovable y Replit
La magia también ocurre tras bambalinas
Fuera de los demos oficiales, hubo momentos mágicos que capturan perfectamente la esencia del Time to Magic reducido. Me gustaría recalcar dos casos que se me quedaron grabados.
Didier estaba trabajando con Replit en un catálogo de ideas. En poco tiempo, ya tenía una interfaz de usuario completa donde las ideas se podían crear y catalogar de manera muy eficiente, con todo-lists para cada idea. El proyecto se veía notablemente avanzado. Cuando le pregunté dónde se guardaban estas ideas, me contestó que no sabía. Revisé un poco el código y descubrí que todo se almacenaba en memoria—cada vez que se hacía refresh, ¡todo se borraba!
Esto me llevó a sugerir simplemente: "ponle una DB". Lo fascinante vino después: utilizando el asistente de código de Replit, bastó con pedirle que "guardara en una base de datos" para que la plataforma automáticamente desplegará PostgreSQL y comenzara a guardar la información de forma persistente. Unos cuantos clics más y el repositorio estaba creado en GitHub. La barrera entre una app de juguete y una aplicación funcional con almacenamiento persistente prácticamente desapareció.
Por otro lado, Lulo, inspirado por los demos (particularmente el de Claudia), llegó a su casa y comenzó a experimentar con Lovable. El resultado fue impresionante: para las 7 AM del domingo ya había lanzado una landing page completa para su proyecto (n a d a) incluyendo su CLABE. Lo más impactante: para el final del día ya había vendido dos boletos para su evento.
La velocidad del ciclo completo resulta asombrosa: tuvo una idea, la implementó, la validó en el mercado, mato la landing page y ya está trabajando en la siguiente versión—todo en cuestión de horas.
Estos ejemplos muestran que el Time to Magic reducido no es solo una curiosidad técnica en contextos de hackathons, sino una realidad que está transformando cómo validamos ideas y construimos productos en el mundo real.
Hoy, el Time to Magic es posible en 12 horas
En uno de los demos, Rafa mencionó casualmente: "Sólo hice scraping de 3 sitios". Esta frase refleja perfectamente el cambio de paradigma que estamos viviendo. Hacer un webscraper para un sitio hoy es tan trivial que hacerlo para "sólo" tres sitios parece casi insuficiente, cuando hace unos años habría sido un logro técnico considerable.
En este evento, vimos nacer proyectos que antes habrían requerido muchas habilidades previas y una preparación exhaustiva de herramientas. En un Super Happy Dev House o Startup Weekend de hace una década, crear algunos de estos demos habría sido casi imposible incluso para un desarrollador experto, porque hacer deploys no era trivial o integrarse con APIs como la de Twilio no era tan sencillo como lo es hoy.
Con todas las mejoras que han surgido en cómo podemos hacer deploy, en las formas de aprender a programar y en lo lúdico que resulta todo el proceso, el Time to Magic se ha reducido drásticamente. Deberíamos considerar que actualmente este tiempo es de aproximadamente 12 horas—justo la duración de un Release before Ready. La mayor limitación hoy en día no es la tecnología, sino darnos el tiempo de enfocarnos en crear durante esas 12 horas.
El mensaje es claro: cualquiera puede experimentar esta magia hoy mismo. Solo necesitas decidirte a probar las nuevas herramientas como Cursor y Lovable, dedicarles un tiempo genuino para familiarizarte con ellas, y mantener vivas tus ganas de crear. La barrera de entrada nunca ha sido tan baja, y el potencial nunca ha sido tan alto.
Hubo muchos más demos, muchas más ideas, mucho más aprendizaje y mucho más que reflexionar. Nos quedaron muchas cosas en el tintero para analizar en las próximas semanas y mejorar cómo organizamos los siguientes eventos. Búscanos para compartir lo que ustedes aprendieron.
Estos hackathons donde tenemos la oportunidad de crear en comunidad y contar con ese espacio tanto físico como mental no serían posibles sin la gran ayuda de Flexoffices. Con ellos tendremos la oportunidad de inaugurar su nuevo espacio en Guadalajara el 5 de abril—¡los esperamos por allá!
Si quieres experimentar la magia por ti mismo, todos los demos mencionados se pueden ver en este livestream.